El entrenamiento del alma del artista escénico
Como artista escénico, ¿qué crees que sea más difícil de entrenar: cuerpo, mente o alma?
El cuerpo es disciplina. Se entrena con clases, ensayos, correcciones, una buena alimentación, descansos y demás. Como dice mi maestra Lola: “Practice, practice, practice”.
Según Malcolm Gladwell, si queremos ser excelentes en algo, debemos practicarlo por 10.000 horas.
Y de acuerdo con Martha Graham y otros grandes maestros debemos entrenar y prepararnos por un mínimo de trece años para poder decirnos buenos bailarines.
El tema de la mente es un poco más complicado, más cuando cada uno es un mundo. Este es un trabajo un poco más personal y privado, que a veces suele dar un poco de miedo, pero que un poco de ayuda nos puede hacer un poco más ligero el camino. Aquí entran en juego cosas como la personalidad, la historia familiar, las preferencias, los objetivos, las problemáticas, las decisiones, y la lista puede seguir.
El alma.
A mi parecer esto es lo más difícil de entrenar, aún más que la mente. Creo que es algo que nadie te puede decir cómo hacerlo porque todas las respuestas son diferentes dependiendo del ser, y creo que ninguna respuesta estaría mal, creo que todas te van a dejar algo.
Alguna vez invitaron a un gran maestro de danza contemporánea a una plática dentro de la facultad y uno de mis compañeros le preguntó que qué opinaba de las obras actuales, a lo que él respondió: “Creo que tienen cuerpos muy bien formados, pero se concentran mucho en la técnica y realmente no necesitan más. Les falta pasión, eso es lo que les falta.”
Y tú, ¿cómo entrenas el alma?
Samantha Barajas Ruiz
Lic. en Danza Contemporánea
27 años
Acayucan, Veracruz
Fotografía: Jorge Cárdenas
